Estos Seres sirven bajo el Amado Dios Sol, Helios y, Su Divino Complemento, Vesta. Ellos son Seres individualizados, Cuyo servicio es dirigir los Rayos del Sol hacia donde la oscuridad y las sombras (humanamente creadas) causarían que los cultivos no crecieran.
Ellas pueden ser vistas en el brillar del relámpago o en los rayos del Sol Saliente, a medida que danzan en adoración ceremonial ante Sus Directores. También las gloriosas puestas de Sol son el «réquiem» de las Salamandras al cierre de cada día perfecto. Aquellos quienes han llegado a ser malévolos y contribuyentes al fuego peligroso, están entre el mismo grupo mencionado con referencia a todos los Seres de la Naturaleza que están cansados de «hacerlo bien» para una humanidad indiferente.