De acuerdo a la definición enciclopédica se nos dice lo siguiente:
Karma: Palabra sánscrita que significa trabajo o acción. Según algunas creencias, el destino de un ser humano, tanto en su vida actual como en sus futuras reencarnaciones, está prefijado por el conjunto de sus acciones y pensamientos, o sea el karma. El karma es, por tanto, una contínua evolución, un constante devenir, que no se detiene hasta que el hombre se libera, gracias a la elevación moral, de las cadenas de las reencarnaciones.
Según las enseñanzas de La Nueva Era:
Karma: es el resultado del uso de la vida a través del tiempo. Es el efecto de lo que hemos decidido libremente hacer, pensar, sentir e irradiar a la vida, a través del uso de la Energía de Dios.
Recordamos que esa Energía pura nos es ofrecida por la Divina Presencia constantemente desde que fuimos creados por el Padre Amor, junto a Su energía nos dió los poderes de pensamiento y sentimiento que nos capacitará como co-creadores con «ÉL» y como si fuera poco, también nos dio Libertad… libre albedrío para crear con esa Su Energía lo que fuese nuestro deseo.
Lo que hicimos con esa Energía, la forma en que la calificamos, si la utilizamos para bendición del mundo o lo contrario, el modo en que aplicamos nuestro libre albedrío y las creaciones que se manifestaron de ese uso… cada causa y cada efecto son parte de nuestro karma, somos directamente responsables de cada condición que hoy nos aflige o nos alegra, ningún otro humano tiene responsabilidad alguna de ello, ni tampoco es la Voluntad de Dios.
Esto nos lleva directamente a recordar las palabras del Amado Jesús: » Lo que sembréis, cosecharéis».
La Ley Kármica está muy unida al Principio de Causa y Efecto que rige la creación entera. Nada ni nadie puede llegar a pensar que le es posible dañar alguna parte de vida y no asegurarse esa experiencia para sí mismo por Ley de Círculo, ya que así actúa la vida, como un círculo que nos trae lo que le hemos dado alguna vez, lo recordemos ahora o no. No existe la injusticia, cada energía que utilizamos en forma de pensamiento, sentimiento, palabra o acción lleva nuestro sello personal y reconoce en su retorno exactamente su fuente, o sea su creador. Tampoco existe el castigo, solo retorna con un fin… ser libre de la calificación imperfecta que la ha aprisionado quien sabe durante cuánto tiempo, y cada experiencia que llega a la pantalla de nuestra vida, lo hace con el fin de que aprendamos, no de dañarnos. La forma en que recibamos esas experiencias, la forma en que las tomemos y las tratemos, determinara cuánto karma será redimido o cuánto aumentado. Al usar el Libre albedrío hemos creado una herencia de karma, el bien hecho se convirtió en cada bendición que hoy disfrutamos y lo no bueno en el peso de las creaciones que nos acompañan hasta que revirtamos ese error.
He aquí lo que hace por nuestro karma negativo, uno de los más preciosos regalos de esta Nueva Era, el regalo del Maestro SAINT GERMAIN: La Llama Violeta. Donde no debería haber dolor y aflicción por el retorno kármico de nuestros errores, con el conocimiento y aplicación del Fuego Violeta como Energía Transmutadora que es, por la infinita Misericordia y Compasión que pulsa en Su Corazón de Llama, Ella revierte esos efectos negativos, purificando, transmutando las causas de imperfección.
Esta es una Gran Buena Nueva que trae la Nueva Era, asomando a nuestras conciencias, como antes tuvimos el poder de no crear bien ahora, también tenemos el mismo poder de re-crear lo perfecto, lo que nos trae una mejor calidad de vida.
Por lo tanto ahora puede ser acelerado, todo lo que no hemos creado correcto, cuando ponemos en acción el poder de la Llama de transmutación. Cada carga de karma negativo, siempre ha sido creada por falta de Amor, el olvido de vivir y responder a la Ley del Amor que es la Ley de Dios nos ha creado a través de las edades serios inconvenientes en nuestra evolución. De hecho podemos deducir que cada condición, cada relación que vivamos hoy día, a la que le esté faltando el ingrediente del Amor, en alguno de sus aspectos, no es ni más ni menos que un lazo kármico que en el pasado hemos creado incorrectamente. Y que también tenemos dentro de nuestra posibilidad inmediata corregir ese error y transformar todo en Armonía y Paz.
Trasladando esto a la vida diaria, nos encontraremos que nuestras familias son lazos kármicos del pasado, nuestros trabajos, asociados, nuestra economía, nuestras amistades, en fin todo lo que nos rodea y aún la conciencia con que vivamos cada experiencia es el legado de nuestras creencias y tendencias de cada vida, pero absolutamente «todo» puede ser revertido a través del Amor, de la Ley del Perdón por los errores del pasado, recordados o no, y por el uso del Fuego Violeta, si así lo aceptamos. Las enseñanzas de la Nueva Era son Enseñanzas de Vida… Verdadera Vida… la Vida que se vive libres de las cargas del pasado… libres de volver a cometer errores por no hacernos cargo de nuestra responsabilidad en la creación de nuestra vida y nuestro destino, libres de creer que merecemos ciertos castigos o tratos de la vida, cuando nada ni nadie en la creación busca y espera más que la redención de toda Energía usada en la tarea de hacer una vida, para que retorne el estado natural de esa vida, y ese estado es la felicidad.
Si hay karma… si hay mochila… (ese peso que llevamos en nuestras espaldas), si hay temas a transmutar también hay y en forma más abundante y poderosa, Llama Violeta, Ley del Perdón, Amor de los Maestros… Ángeles asistiendo y toda una Hueste de Seres de Luz esperando el más tímido llamado para asistimos a liberamos de ese pesar. Ninguna vida recibe en una encarnación más karma que aquel que pueda ser liberado en ese lapso de vida y también recibe toda la asistencia posible por Ley de su ser más la Misericordia y la Compasión del Cielo.
Existen karmas a nivel personal, familiar, nacional y planetario o sea que sin dudas nacemos en la familia, hogar, ciudad, país que nos merecemos y donde tendremos mayor oportunidad de progresar y evolucionar.
No nos rebelemos por las condiciones, lugares, seres, entornos, cambiemos nuestra actitud interna hacia ellos y veamos el revertir de cada respuesta a este cambio… el karma es nuestra creación, lo que nos trae son nuestros hijos, no importa qué apariencias representan; recibamos esas creaciones con Amor… con Alegría… con Bendición… Amor: porque este fue el sentimiento que le hemos negado antes. Porque es vida aprisionada, inconfortada por nuestra causa y necesita ser Amada y liberada. Alegría: por tener la oportunidad consciente de poder ofrecerle esa libertad a través del Amor y la Transmutación.
Bendición: porque gracias a su retorno podemos llegar a ser conscientes de que existía y ser libres de algo más, que restamos a nuestras deudas y cuando pagamos nuestras deudas realmente somos felices y nos sentimos liberados…
No nos cansemos del Uso de la Llama Violeta que, no sólo nos liberará del karma negativo ya manifestado, sino que nos hará libres de muchas condiciones y deudas que ni siquiera aparecerán en nuestras vidas, restando dolor y sufrimiento en tal forma que es difícil saber si realmente seremos capaces de comprender.
Si vivimos creando cosas bellas y nos mantenemos constantes en el Uso del Fuego Violeta, nada podrá impedir que lo que prometen estas Enseñanzas se manifieste en plenitud rápidamente: «Una mejor calidad de vida».