Principio de Causa y Efecto

Su Lema es: «Somos creadores de Causas y toda causa tiene su efecto

Al ser hijos de Dios somos co-creadores con «ÉL», lo cual es real y nos capacita para crear libremente a Su Imagen y semejanza o lo contrario.
Estas creaciones son nuestros hijos y por lo tanto debemos responsabilizarnos de ellos.  Para crear usamos Energía y ponemos en acción algo que llamamos causa y que siempre traerá una reacción llamada efecto.


De la calidad de esa causa dependerá la manifestación del efecto.


Si esa causa es positiva (de bien) traerá efectos positivos y en la unidad de toda vida esto actúa sobre nosotros y lo que nos rodea, por lo tanto, somos responsables absolutos de cuánto haya de agradable o lo contrario en nuestras vidas, entornos y el Planeta mismo.
Este Principio lo enuncio el Amado Maestro Jesús hace más o menos dos mil años, cuando dijo: “Lo que sembréis, cosecharéis”.


Veamos la mente como un motor.  Los pensamientos como fuerza o energía generada por la mente.  Esta energía es sellada, avalada por los sentimientos y sale desde nosotros en vibraciones, en ondas que por obra del Principio de Ritmo regresa a nosotros en algún momento trayéndonos el futuro que merecemos, pues recordaremos que los pensamientos son cosas (Principio de Mentalismo), tienen forma, sonido y color.  

Es una acumulación de energía que apoyadas por el sentimiento son lanzados hacia el objetivo como una bendición o lo contrario, y continúa recorriendo la atmósfera, unificándose con lo similar que allí encuentra (Principio de Vibración) y retorna a su emisor dentro de días, meses, años o en futuras encarnaciones, trayendo los efectos de tal generación.   

Es decir, si piensas bien de algo o alguien, si haces un bien, si hablas bien de alguien, ese pensamiento, ese sentimiento, ese acto o palabra salen para llevar bendición a esa vida y te regresan aumentando el bien que hiciste.  Te ocurren cosas bellas, y no son “casualidad”, la casualidad no existe, existe la causalidad, porque son efectos de causas que pusiste en marcha consciente o no, en el presente cercano, lejano o en algún pasado que no recuerdas, pero que está vigente en el eterno hoy a través del retorno de tus Energías.


Cada momento eliges cómo deseas vivir tu presente y cómo deseas vivir tu futuro.  Lo que haces, piensas o dices siempre pertenece a alguno de los dos polos:  positivo o negativo, el Principio de Polaridad lo fija en uno de ellos y el Principio de Causa y Efecto lo retorna intensificado, en algún momento.


No hay error, los Principios son inalterables, inequívocas e impersonales.
Si siembras discordias, recogerás discordias, si críticas, serás criticado; pero si siembras Amor, Bondad, Ayuda, por Ley tienes que recoger más amor, más bondad y buena voluntad y más asistencia para mejorar tu vida.


¿Cómo puede la humanidad continuar creyendo que pueden impunemente ser crueles, calumniadores, malhumorados, violentos, egoístas y esperar tener salud, Amor, fortuna, Felicidad y Paz?, es decir, ¿Cómo desear todas las cosas buenas de la vida, si sólo se siembran aquellas que no lo son?


¿Qué pasa con los seres que, ignorando estos Principios, reciben ese caudal de las tan llamadas “desgracias” en su vida, a qué lo atribuyen, a quién culpan por sus desdichas?
Sí, no te extrañes amado lector/a, no sólo se ha usado la Energía vida de Dios, sino que además se la ha re-calificado incorrectamente por pensamientos y sentimientos, palabras y acciones. pensando y sintiendo que podíamos crear mejor que Dios.

A la personalidad le queda cómodo -aunque llega un tiempo que le incomodará- el pensar que todo lo que pasa es porque la culpa (causa)  la tiene el vecino, el familiar, la pareja, al gobierno y hasta se tiene el tupé de no hablar bien del clima cuando muestra no buen tiempo, lluvias copiosas, inundaciones, y todo lo no bueno que se pueda presentar como desequilibrios climatológicos; en lugar de hacernos cargo y entender que todo llega multiplicado; porque primero se lo ha puesto en marcha-  Por cada vez que no se hable o sienta bien de algo o alguien, por Ley del Círculo retorna a su emisor lo que ha emitido y se une a su paso de ida y vuelta con todas las Energías similares. Por lo tanto, hasta tanto nos darnos cuenta que lo que se dice, se repite, se transmite de uno a otro no es más que hacer se intensifique en lugar de desaparecer o minimizar. Y aún hay muchas conciencias que dicen que aún que es la Voluntad de Dios cuando llega un contratiempo.


Todo esto es simplemente la falta de conocimiento y madurez para hacernos cargo de nuestros errores y enmendarlos, elevando de esta forma nuestra calidad de vida.
Así como no existe la casualidad, tampoco existe el error en el retorno de las energías.
Recordemos que cada Electrón (energía vida de Dios) al descender desde nuestra Divina Presencia individualizada, es portador de un “sello”, que es diferente en cada ser.
Todo lo que generemos con esa Energía, lo que creemos con ella, lo que lancemos al mundo, circulará por él, recogerá aquello similar y retornará a su Fuente sin error.


Esa Energía es inteligente y sabe cuál es la Fuente que la creó, por lo cual volverá hacia ese generador de sellos igual al que porta y no a otro que no es similar en su identificación. Las huellas digitales nos identifican desde lo humano, el sello Divino nos identifica desde lo espiritual.  Como es arriba es abajo, recordando este Principio de Correspondencia, podremos entender esto con facilidad.
Al comprender esta actividad automática de la Energía y de la Ley Divina, borraremos de nuestras conciencias algo que nos retrasa grandemente en nuestro crecimiento espiritual y humano: el sentido de injusticia.


Cuando lo que nos sucede no nos gusta, nos sentimos injustamente tratados por “la vida», por Dios o por cualquier ser que se nos cruce en el momento, y no nos detenemos a pensar que la Vida nos devuelve únicamente aquello que alguna vez le hemos impuesto de discordia y que ella padeció, tal vez durante mucho tiempo.
Nos retorna la conciencia de la deuda de Amor que tenemos con ella y la necesidad de ser libre de toda calificación que no le es confortable.


Este retorno responde únicamente a la necesidad de liberación, un ser no puede considerarse libre, mientras no pague todas sus deudas ¿Verdad?  Esto es igual en la Tierra como en el Cielo, no podremos alcanzar la Ascensión a un Estado vibratorio superior, hasta que no hayamos redimido nuestras energías en Luz, en Armonía, en Amor.   
Nuestras familias son un efecto, nuestros hijos son un efecto; nuestros trabajos son un efecto, nuestros cuerpos son un efecto; nuestros rasgos son un efecto y por más que nos rebelemos contra ellos y. los sometamos a separaciones, cambios, cirugías o arreglos externos, mientras la causa esté vigente ese cambio no será real.


Cuando una pareja se separa en Armonía, sólo porque ya no tienen cosas para compartir, esos seres ya han cumplido su compromiso kármico y son libres en Paz; en cambio cuando esas separaciones son complicadas con des-armoniosas y dolorosas para alguna parte de vida, cuando a pesar de la distancia siguen los conflictos, entonces allí sucede que las causas imperfectas aún no han sido sublimadas y purificadas.
Todos los efectos son alimentados y sustentados por sus respectivas causas, sólo cuando las causas se revierten, se transmutan en Perfección, los efectos dejan de manifestarse como aflicción y desaparecen.


Existe entonces, el mundo de la causa y el mundo del efecto, éste en el cual vivimos y nos movemos es el mundo del efecto, por lo tanto, comprendemos porque es llamado el “mundo de la ilusión”.  Venimos a la Tierra a transformar esa ilusión en realidad, y el mundo de la Realidad es aquel que conoce qué causas perfectas poner en movimiento y sólo reconoce como real aquello que es eterno, que no cambia, que es de Dios.
Todo lo demás se puede mejorar, redimir, perfeccionar y sublimar.  Esa es nuestra razón de ser, de tener la encarnación, arreglar las cosas que no hicimos bien, y no recrear errores sin reconocer que alguna vez nos equivocamos, lo que nos lleva a reiterar ofensas contra la Ley del Amor.


Todo efecto negativo que nos llegue, responde a una causa creada por falta de Amor.
Si aprendemos a Amar, Perdonar y Transmutar, estaremos muy pronto libres de toda apariencia de imperfección.
No siempre la cosecha se devuelve inmediatamente, el Planeta tiene gran cantidad de deudas acumuladas y se desahoga por donde puede, a veces en terremotos, tempestades etc. Involucrando únicamente a los seres causantes de este cúmulo de energías negativas.
A veces las personas a quienes hemos dañado en alguna forma desencarnan antes de que se haya podido saldar la cuenta con ellas, y tiene que haber una oportunidad para saldarla en el futuro, porque Dios es infinita Misericordia y no deja a un hijo sin darle esa oportunidad de quedar libre.   Este es el porqué de la Reencarnación, para dar oportunidad de pagar deudas y para dar también oportunidad de cobrar el bien carnal y material que hayamos merecido y que no se puede cobrar en un plano inmaterial.


Llega la pregunta ahora, si todo se mueve en círculo, si las ofensas que recibimos son el efecto de las ofensas que alguna vez infligimos, si tenemos deudas del pasado, tal vez remoto que no recordamos. ¿Qué herramienta poseemos para aliviar esos retornos o aún más, evitarlos? ¿Existe esa posibilidad de trascender el mundo del efecto y sus manifestaciones?
La respuesta es si.   No sólo existe, sino que está a la mano de todo ser que se eleve desde este plano de efectos y elija vivir en el plano de causa y crear como Dios crea.
Meditemos, si la causa es el alimento del efecto, y esa causa desaparece o se revierte en Luz… ¿Qué sucederá con el efecto? desaparecerá también?


¿Qué es vivir en el Plano de causa? Es reconocer que hemos cometido errores y tratar de remediarlos, dejando de dar poder a lo que las apariencias nos muestran y considerando seriamente lo que esta Enseñanza nos ofrece.  Aceptar que hay una Divina Presencia que es la Causa del Amor, que hay una Llama Violeta capaz de transmutar esas causas imperfectas en perfección, haciéndonos así, libres de los efectos.
Recordar que la Llama Violeta es un Regalo Divino de Energía inteligente que irá en busca de esas causas, aunque no las recordemos y se reflejará en nuestras vidas, a través del logro de esa mejor calidad de vida que buscamos.


Saber que la Llave de Luz que activa esa Llama a la acción es un sentido pedido de Perdón por todo los errores cometidos y esa llamada a la Ley del Perdón de por si ya está creando causas de Amor, lo que a su vez traerá Paz y Armonía al que así decide demandar.
En definitiva, ya estamos comprendiendo que cuando nos decidimos a vivir creando causas positivas a través del uso de nuestro libre albedrío y rítmicamente transmutamos con Llama Violeta las causas que no lo son, en un corto tiempo (dependiendo de nuestra aplicación) nos veremos libres de todo lo que no nos haga felices.
Cada energía retornando, no importa su naturaleza debería ser recibida con Alegría, Amor y Bendición.


Alegría por la oportunidad de redimir esa parte de vida aprisionada por nuestra causa.
Amor, porque el Amor transmuta el pasado, y la rebelión contra ella sólo nos traería más dolor.
Bendición porque al reconocerla, Amarla y transmutarla, ya somos más libres, recordando que todo lo que se trasciende y se libera correctamente, nunca más retorna a la pantalla de nuestra experiencia.
Esto es hacerse cargo, aceptar con humildad esta deuda que no es ninguna  «pesada cruz” , sino una maravillosa oportunidad de Liberación, que nos conduce directamente hacia una mejor calidad de vida.
Sobre este Principio dice el Maestro Saint Germain: 
“ Esta Ley de Compensación es lo que puede denominarse el proceso balanceador automático que gobierna todas las fuerzas del Universo, en todas partes. La comprensión correcta de esta Ley, da la explicación de muchas condiciones en la experiencia humana, que sin ella parecen totalmente injustas. Es la única explicación lógica de la infinidad de complejidades y experiencias humanas que revelan la operación de la Ley sobre la cual descansa toda manifestación.  Esto hace comprender que no existe lo que llaman “casualidad o accidente”, todo tiene una causa interior, y todo es la causa de un efecto futuro en el mismo instante en que se efectúa la causa.
El individuo puede experimentar y crear lo que se le antoje en su propio mundo; pero si a él se le antoja hacer aquello que les haga a otros experimentar discordia, él se obliga a experimentar la misma condición hasta que comprenda lo que es el efecto de su propia creación sobre la vida ajena en el Universo.”

Principio de Causa y Efecto y la Llama Violeta

Se nos ha dicho repetidamente que somos co-creadores con Dios, lo cual es real y nos capacita para crear libremente o sea a Su imagen y semejanza, o no. De todas formas, estas creaciones son nuestros hijos y por lo tanto debemos responsabilizarnos de ellos. Para crear usamos energía y ponemos en acción algo que llamamos causa y que siempre traerá una reacción llamada efecto.


Si esa Causa es positiva (de bien) traerá efectos positivos y en la unidad de toda vida esto actúa sobre nosotros y lo que nos rodea, por lo tanto, somos responsables absolutos de cuánto haya de agradable o lo contrario en nuestras vidas, entornos, y planeta. Es la explicación de lo que enuncio el Amado Jesús hace más de 2000 años: » Lo que sembréis, cosecharéis.»
Veamos la mente como un motor. Los pensamientos como fuerza o energía generada por la mente. Esta energía sale de nuestra mente en vibraciones, en ondas que por obra de la Principio de Ritmo regresa a nosotros trayéndonos el futuro que merecemos, pues los pensamientos son cosas (Principio de Mentalismo), tienen forma, sonido y color. Es una acumulación de energía que apoyadas por el sentimiento son lanzados hacia el objetivo como una bendición o lo contrario, y continúa recorriendo la atmósfera unificándose a lo similar que allí encuentra (Principio de Vibración) y retornan a su emisor dentro de días, meses, años o en futuras encarnaciones, trayendo los efectos de tal generación. Es decir, si piensas bien de algo o alguien, si haces un bien, si hablas bien de alguien ese pensamiento, ese acto o palabra salen para llevar bendición a esa vida y te regresan aumentando el bien que hiciste. Te ocurren cosas bellas, y no son casualidad, la casualidad no existe, existe la causalidad, porque son efectos de causas que pusiste en marcha consciente o no.


Cada momento eliges como deseas vivir tu presente y como deseas vivir tu futuro. Lo que haces, piensas o dices siempre pertenece a alguno de los dos polos: positivo o negativo, el mismo Principio de Polaridad lo fija en uno de ellos y el Principio de Causa y Efecto lo retorna intensificado en algún momento. No hay error, los Principios son inalterables, inequívocos e impersonales.
Si siembras discordias, recogerás discordias, si criticas, serás criticado; pero si siembras Amor, bondad, ayuda, tienes que recoger más Amor, más bondad y más ayuda.
¿Cómo puede la humanidad continuar creyendo que pueden impunemente ser crueles, calumniadores, malhumorados, violentos, egoístas y esperar tener salud, Amor, fortuna, Felicidad y Paz, es decir como desear todas las cosas buenas de la vida, si sólo siembran cosas no buenas?


No siempre la cosecha se devuelve inmediatamente, el planeta tiene gran cantidad de deudas acumuladas y se desahoga por donde puede, a veces en terremotos, tempestades, etc., involucrando únicamente a los seres causantes de este cúmulo de energías negativas. A veces las personas a quienes hemos dañado en alguna forma desencarnan antes de que se haya podido saldar la cuenta con ellas, y tiene que haber una oportunidad para saldarla en el futuro, porque Dios es Infinita Misericordia y no deja a un hijo suyo sin darle la oportunidad de saldar sus deudas. Este es el porqué de la Reencarnación, para dar oportunidad de pagar las deudas y para dar también oportunidad de cobrar el bien carnal y material que hayamos merecido y que no se puede cobrar en un plano inmaterial. Aquí encontramos explicación a los lazos familiares, etc., que no siempre son perfectos y no sabemos porqué.


Dejemos claro, no existe la injusticia, todo lo que nos pasa en bien o en mal es nuestra causa, no echemos mas culpas porque así no creceremos.
La Ley del Amor es la Ley de Dios y actuará moviéndose en círculo hasta que nos determinemos a vivir de acuerdo a esa Bendita Ley Divina.
La Vida solo nos devuelve lo que le hemos dado.
Y he aquí la toma de conciencia de la importancia y bendición del maravilloso regalo del Amado Maestro Saint Germain: la Llama Violeta Transmutadora.
Somos creadores, dijimos al principio, y lo somos, por lo tanto, así como creamos con error podemos re-crear con perfección. Toda creación generada sin Luz (degenerada podemos re-generarla (Principio de Generación).


Y es para esto que se nos ofrece una Energía Altamente Positiva, capaz de cambiar la calificación imperfecta (causas no luz) en perfección, evitándonos así el dolor del efecto retornante.
Esta energía es la Llama Violeta Transmutadora y Liberadora, Transmutadora por la capacidad de cambiar la vibración de la energía, liberadora porque nos hace libres de los errores del pasado, liberándonos de la necesidad de reencarnar o de vivir una vida sin alegría y paz.
En definitiva, si nos decidimos a vivir creando causas positivas, y transmutando las causas negativas del pasado (recordado o no) tenemos a la mano, aquí y ahora el disfrutar de una mejor calidad de vida.

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