Esta parte de nuestro estudio es de fundamental importancia, pues estos Principios han sido activados por Dios Padre-Madre, para mantener Su Universo y Creación en Perfecto Orden Divino.
Conocerlos y alinearnos con Ellos es encontrar la Paz y Felicidad; no aceptarlos es continuar creando caos y aflicción. Como siempre somos libres de elegir.
Un Principio es una Ley invariable, inalterable, que no falla jamás, que siempre fue, es y será igual; y que estará vigente y activo, aunque los ignoremos.
No saber o recordar las Verdades Divinas no nos hace menos responsables de su acción y entre estas Verdades se encuentran los Principios Universales que rigen la Creación Entera con precisión y Perfección. Así crea Dios y así debemos aprender a crear nosotros, Sus hijos, para que la Armonía de Su Reino se traslade también a la Tierra.
Estos Principios son Siete y están presentes en todo lo que hacemos, entrelazándose y accionando la Gran Ley de Dios en todo momento.
Vamos a tomar como ejemplo la tarea del Fuego: si nosotros, adultos conscientes colocamos la mano por descuido en una llama… ¿Qué sucede?… Nos quemamos, ¿Verdad?
Bueno, traslademos esto a un niño pequeño que, ignorando, estira su mano y contacta la llama… ¿Qué sucede aquí? También se quema. Por esto podemos deducir que la acción del Fuego es quemar y no discernir que o a quien.
De igual forma la acción de los Principios funcionan por igual seamos o no conscientes de ellos, y esto nos coloca ya en gran ventaja, porque al ir sabiendo de ellos (como lo haremos en las próximas hojas), y colocándonos a favor de estas corrientes de Perfección, ya estaremos consiguiendo una mejor calidad de vida.
Los Principios como dijimos son Siete y pasamos a enumerarlos en el orden que les pertenece y en el cual los iremos estudiando: