Estos Seres sirven bajo Thor y Aries, acumulando las formaciones de nubes en donde se requiere la lluvia. A menudo pueden ser vistos con la vista interna acostados sobre las mismas nubes que ellos han reunido. También trasladan, a pedido de los chelas serios, las tremendas presiones de monóxidos (especialmente en las ciudades grandes) hacia áreas totalmente despobladas y luego, con la asistencia de los Devas del Fuego Violeta, purifican la sustancia del aire. Ellos remueven de la Tierra y de la humanidad mucha efluvia humana, porque Su razón de Ser es mantener, y cuando sea necesario, re-crear una atmósfera purificada.
Ellos son agradecidos en extremo y varían desde el más pequeño de los silfos que protege un caserío hasta los Grandes Silfos que protegen una metrópolis entera. Sin aire, el hombre no puede sobrevivir. Sin el servicio amoroso invisible de los Silfos del Aire, la contaminación automática del aire de nuestro siglo veinte, hubiese sofocado la raza humana entera.
Gratitud, deberás, para los Silfos.