Su Lema es : “ Todo fluye y refluye, todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo, la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda, el ritmo es la compensación.”
Este Principio encierra la Verdad de que todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida y vuelta, de flujo y reflujo, y los más grandes ejemplos para comprender esta Ley se encuentran en la observación de la Naturaleza; el ritmo de las estaciones, de las mareas; de la puesta del sol; en el latido del corazón, en el nacimiento, crecimiento y desencarnación, para luego volver a nacer, crecer y así sucesivamente hasta que llegamos a un punto en que el conocimiento de este Principio y de todos los demás, (puestos en práctica), nos permite elevarnos por encima de esta Ley y asegurarnos una existencia polarizados en lo perfecto, donde ya no nos afecte esto negativamente.
Pasemos esto a la parte humana, nosotros usamos esta Ley cada vez que hacemos algo con ritmo, por ejemplo: tomar una medicación cada determinada hora; ir a la escuela día a día, levantarnos a la misma hora para ir a trabajar; y también vemos los ejemplos de un ritmo no establecido a través de resultados muy pobres por no haber invertido suficiente de nuestra energía en forma rítmica para alcanzar un logro.
El Ritmo es una Fuerza en sí, es un Poder acumulador que crea ímpetus y momentum que nos acercan a determinados logros, esto es usar positivamente este Principio.
Usarlo de forma contraria seria vivir en estados extremos, sabiendo que, si manifestamos en algún momento euforia, luego llegará la llamada depresión.
Todo lo humano es fluctuante, si nos quedamos en este plano de conciencia, también nos veremos afectados por este ir y venir de emociones inconstantes que no nos permitirán alcanzar una mejor calidad de vida.
Si nuestra energía está colocada hoy en una cosa, mañana en otra y pasado en alguna distinta ¿Qué podremos alcanzar si no hay ritmo, constancia, acumulación de Energía hacia un fin?
Imaginemos que tenemos una meta clara…alcanzar una mejor calidad de vida.
Ya estamos aprendiendo los pasos para conseguirla:
– Vivir en paz.
-Amar y Perdonar.
-Usar Llama Violeta tres veces por día (rítmicamente).
-Estar atentos para no cometer más errores.
-Unirnos a los Ángeles.
-Amar a los Elementales.
-Usar el Manto de Luz.
-Concurrir a encuentros de Enseñanzas.
-Calificar la Energía con perfección.
Deteniéndonos aquí, nos preguntamos: …Algunas de estas actividades pueden ser sostenidas sin Ritmo?
Podemos hacer nuestro Manto de Luz cada dos o tres días y estar igual protegidos?
-En este momento de nuestra evolución seguramente que no.
Porque el Maestro Saint Germain nos pidió el uso rítmico de la Llama Violeta?
– ¿No será para que nos mantengamos en una línea siempre positiva de ánimo y Energía, sin pasar en un sólo día por muchos estados de conciencia distintos?
¿Porque es necesario nuestro contacto constante con los Ángeles?
-Porque Ellos nos asisten a sostenernos en estado positivo, sin ondulaciones y recaídas.
Y así podremos ir observando nuestros adelantos si concurrimos a clase rítmicamente y no cuando nos viene bien, poniendo un día (si, es más, mejor) y respetando ese día, no importa qué condiciones puedan presentarse, porque si así lo hacemos y nos ponemos firmes, los caminos se irán abriendo y ya nada nos impedirá ser rítmicos en nuestro camino espiritual.
Somos rítmicos para comer, para dormir, para trabajar, para estudiar, hasta para sufrir siempre por la misma cosa.
Porque entonces no elevamos e intensificamos nuestros ritmos, pero esta vez hacia actividades que nos proporcionen una mejor calidad de vida.?
Seamos rítmicos en leer Enseñanzas de Luz.
Seamos rítmicos en el servicio ofrecido.
Seamos rítmicos en enviar Amor y perdón hacia el ser con el cual tengamos algún lazo no perfecto.
Seamos rítmicos en el sostenimiento de nuestras demandas.
Seamos rítmicos en elevar nuestra atención a la Divina Presencia y sentir lo que Ella nos envía en Bendición.
Seamos rítmicos en sostener el auto-control de los pensamientos y sentimientos.
Los ritmos humanos crean hábitos y a veces aburrimiento.
Los Ritmos Espirituales crean ímpetus positivos que siempre mejoran la vida y cada día hay una nueva aventura que poner en marcha para alcanzar nuevos objetivos, cada vez más elevados.
Diséñate un día perfecto y luego créate el ritmo de vivir muchos días perfectos, hasta que todos los seres y condiciones que te rodean reciban esa fuerza de perfección, por el poder rítmico con que lo vives y también ellos lo manifiesten.
No se puede manifestar algo que se vive de vez en cuando, no puedes encontrarte un día feliz y espléndida y otro triste y desalentada, por acontecimientos humanos. Elévate de esa condición, no te involucres con las cosas humanas, trátalas desde algo más elevado, el Cristo, la Presencia, los Ángeles, los Maestros y apoyada en lo Espiritual ya no caerás a estados negativos, ni te desbordarás en estados sin control. Alcanzarás el equilibrio, el camino del medio, la verdadera Sabiduría de la Vida
Si aceptas estas Enseñanzas, debes vivirlas, pero no de vez en cuando, sino constante y rítmicamente para que esa mejor calidad de vida a la que aspiras te alcance y se convierta en tu realidad.
El Equilibrio emocional es fundamental para conseguir la Paz y la Armonía todo el tiempo. ¿De qué te serviría vivir momentos de gran elevación y plenitud y luego enojarte ante cualquier molestia humana, perdiendo ese estado que habías logrado?
Debemos aprender a polarizarnos por encima de las vibraciones discordantes, para que ya no nos toquen, no hagan contacto alguno con nuestro ser, y estar tan alertas que, si algo llega inmediatamente transmutarlo, para retomar nuestro ritmo perfecto de armonía.
No es positiva la energía que sale a borbotones, en desbordes de alegría o lo contrario, y para esto el Amado Maestro Saint Germain nos da una clave:
“Si llegó una gran alegría…recuerda: PAZ, AQUIÉTATE.
Si llegó alguna noticia no agradable…recuerda: PAZ, AQUIÉTATE”
Y verás que, si mantienes esta postura, ante todo, ya no te equivocarás tanto, podrás tomarte el tiempo para pensar en soluciones, para hacer lo correcto en todo momento y no sufrirás el reflujo de estas energías en un momento posterior.
Aprendamos a dirigir nuestros propios ritmos y no ser títeres de ritmos sin control, ni sentido.
Unidos a la Divina Presencia sólo participaremos de los Ritmos Divinos alcanzando así el equilibrio, estabilidad, balance y firmeza mental que nos libera del movimiento ondulatorio y nos convierte en una puerta abierta a las bendiciones de Dios que siempre buscan alcanzarnos, pero que a veces no lo hacen por no encontrarnos abiertos a sus regalos. Abramos esa “puerta” con ritmo hacia Él y cerrémosla hacia las cosas humanas que no nos han traído una mejor calidad de vida.
Nos dice el Amado Zadquiel, Arcángel del 7º Rayo: «Cuando algún problema aparezca y se mantenga en tu vida, es porque esta energía negativa está pasando por tus vehículos con más ritmo que el Fuego Violeta. “
De aquí podemos deducir que el uso de la Llama Violeta Transmutadora corta los ritmos negativos y nos ayuda a instaurar nuevos ritmos positivos en nuestras vidas, asistiéndonos en la purificación de todo anhelo o inclinación a sostener conductas, o costumbres no Luz. Ejemplo: Con el uso rítmico del Fuego Violeta podemos cambiar el hábito de fumar (que es un ritmo negativo, ya que destruye la vida…tu vida y la vida Elemental), por el hábito de respirar profundamente un aire puro que traerá a nuestras células nuevo alimento de LUZ, regenerándolas y vivificándolas.
Aquí ganaremos en salud, bienestar, libertad, sí, ¡LIBERTAD! porque todo hábito no luz nos aprisiona, haciéndonos depender de él y además de esto, nos daña.
Mientras estemos atados a ritmos negativos no somos libres, mientras no trascendamos este Principio o lo elevemos a lo Espiritual estaremos permitiendo que cualquier sombra que pase, encuentre en nuestro ser un lugar apropiado donde quedarse y esto sólo puede evitarse intensificando el uso de Llama Violeta y saturando la conciencia con la necesidad de vivir en la Pureza que Dios desea para cada uno de Sus hijos, hasta que nuestro anhelo sea uno con el deseo del Padre, y sólo anhelemos lo que de ÉL emana.
Polaricémonos en el polo positivo de la oscilación rítmica del péndulo y no nos movamos de allí, somos libres de elegir vivir lo bueno, lo bello, lo armonioso, lo que genera una mejor calidad de vida.